¿Cuántas veces hemos visto en la calle, perros tirados, maltratados, heridos y/o abandonados?
Nos acongojamos, nos entristecemos, pero… seguimos caminando y un rato
más tarde, nuestras cuestiones cotidianas superan el umbral de angustia
que acabábamos de soportar.
Muchas veces a cambio de ésta,
nuestra posible y tal vez habitual “indiferencia”, hay muchas otras
personas a las cuales este problema y el desasosiego que él les provoca,
al mismo tiempo las incentiva para la acción.
Se ponen de pie y actúan.
Se trata de asociaciones, de algunas compañías, de algunos gobiernos
(pocos), se trata, muchas de las veces, de personas particulares, que
con su tiempo, dinero y dedicación, llevan adelante emprendimientos
increíbles.
Existen muchísimos ejemplos anónimos y extraordinarios que nos colman, nos dan fuerza y nos obligan a seguir adelante.
Desde nuestra posición y rol, que es la de la información, queremos
seguir promocionando y difundiendo actitudes de esta naturaleza, que
aunque son muchas, siguen siendo insuficientes.
A partir de
la educación y del compromiso general que ya muchos han tomado como
primordial, aspiramos a que estas acciones se multipliquen y perduren en
el tiempo. Y sobre todo que ellas sirvan de motor para el cambio en los
diferentes estamentos oficiales vinculados a esta materia.
La acción y el compromiso de todos y cada uno, en sus diferentes
papeles, es la base para resolver entre otros, el problema que hoy nos
convoca: El perro sin hogar.
Fuente: www.drromero.com.ar