12 julio 2012

El perro no para de ladrar, ¿cómo evitarlo?


Dejar la radio encendida si el perro está solo en casa o premiarle cuando se muestre tranquilo son modos de lograr que el can deje de ladrar de un modo excesivo.

 
El perro expresa sus emociones a través de sus ladridosNo obstante, hay perros que ladran de un modo excesivo: por aburrimiento, por ansiedad o para demandar nuestra atención, entre otros motivos. Algunos consejos sencillos pueden ayudar a que cese de ladrar de una forma exagerada. Saber por qué ladra el perro es la primera clave, entender que el can emitirá más ladridos cuando se siente solo, utilizar la música, el juego y el deporte para reducir los ladridos, así como enseñarle a interpretar la palabra "no" son otras de las pautas que se deben seguir.

Saber por qué ladra el perro es la primera clave

El perro tiene sus razones para ladrar. Recuerde que el can expresa sus estados emocionales con su voz: es consustancial a su naturaleza. Entender los motivos que provocan que nuestro amigo de cuatro patas ladre de forma exagerada es una de las claves para lograr, con cariño, que deje de hacerlo. 

El perro expresa sus emociones, como el aburrimiento, a través de los ladridos.

El aburrimiento es una de las principales razones de los ladridos compulsivos. El can tedioso carece de los estímulos y la motivación que necesita y puede demostrarlo con ciertos comportamientos anormales. Destrozos en casa, desobedecer o emitir ladridos exagerados de forma continuada son algunas señales que pueden avisar de que el perro se aburre.



Ladridos cuando el can se siente solo

Un perro muy dependiente, con apego excesivo por su dueño, puede demostrar a través de ladridos continuados un estado de ansiedad al quedarse solo. Esto se conoce como la ansiedad por separación

Un perro dependiente demandará la atención del dueño de un modo continuado, pero ignorar sus repetidas llamadas reducirá la ansiedad

Demandar una atención continuada por parte de su dueño es otro de los motivos que con frecuencia puede llevar a un perro a ladrar de forma continuada. Algunos consejos sencillos ayudarán a fomentar la autonomía de nuestro perro, a frenar su aburrimiento y a evitar que padezca ansiedad cuando se aleja de su dueño. De paso, evitaremos los molestos y angustiosos ladridos, mientras que ayudamos a nuestro amigo a ser más feliz.
Tenga en cuenta, además, que no todas las razas son igual de propensas a emitir ladridos de un modo continuado. Hay perros que tienden a ladrar más que otros y razas más predispuestas a estar más nerviosas. Su veterinario puede, en cualquier caso, aconsejarle.


Utilizar la música para evitar los ladridos

Un perro dependiente tratará de demandar la atención del dueño de un modo continuado. Intente ignorar sus repetidas llamadas para reducir su excesiva ansiedad. Contrarrestar la falta de atención con premios (en forma de comida, caricias, juguetes o palabras amables) cuando el perro esté tranquilo será una manera de reforzar la confianza de nuestro amigo en sí mismo.
La música es otra buena herramienta para reducir la ansiedad del perro dependiente cuando se queda solo. La radio o una melodía musical suave pueden servir de compañía para nuestro amigo en casa.


Juegos y deporte para reducir los ladridos

La actividad física y los juegos son un modo saludable de reducir el nerviosismo de nuestro perro y, por lo tanto, también sus ladridos excesivos. Recuerde que un perro adulto sano necesita un mínimo de treinta minutos de actividad física diaria para mantenerse, y envejecer, de forma saludable. Los paseos al aire libre en compañía del can son una buena forma de conseguirlo, a la vez que se cuida su propia salud.

Palabras cortas para enseñar al perro que no debe ladrar

Aprender a comunicarnos con el perro es una herramienta eficaz para enseñarle a reducir sus inoportunos ladridos. El can utiliza un lenguaje semejante al nuestro para transmitir sus emociones. Para ello, el animal hace uso de su cuerpo y de su voz: ladridos, gemidos y aullidos son también una manera de expresar sus estados de ánimo.

No se debe gritar al can cuando ladra, ya que interpretará que se ladra con él

Los comandos cortos suelen ser los más efectivos para transmitir al perro una pauta de comportamiento. Hacer uso de un contundente "no", expresado de forma clara (pero sin gritar), es útil para mostrar a nuestro amigo de cuatro patas que debe cesar de ladrar. No hay que gritarle mientras ladra, ya que sirve de poco. El can interpretará que usted simplemente ladra con él, además de que contribuirá a aumentar el nerviosismo de ambos.

El adiestramiento del perro debe basarse, por el contrario, en el refuerzo positivo: nunca en el castigo, la reprimenda o en un tono de voz elevado. Premie a su perro con caricias, palabras de cariño, e incluso algún obsequio comestible, cuando actúe de forma correcta tras su indicación. El animal no entiende de normas humanas, pero sí se le puede enseñar a estar tranquilo y no excederse con los ladridos. 


Fuente: erosky consumer / Eva San Martín