06 diciembre 2012

Limpieza de las orejas


Junto con el olfato, la audición es uno de los sentidos más utilizado por los perros. El pensamiento de los perros es canalizado entre ambos sentidos. El canal auditivo del perro es en forma de L y desciende verticalmente dando vuelta horizontal a 90º antes de alcanzar el tímpano. De esta manera el tímpano del perro está mejor protegido que el de los humanos.

Mantener los oídos limpios del perro previene los problemas más comunes como los son el enrojecimiento, la hinchazón, los malos olores, el picor y la cera.  Los perros con orejas grandes y caídas o con pelo dentro  necesitan atención especial para prevenir infecciones.

Al comenzar la rutina de limpieza, se debe tener mucha precaución, ya que es un área sensible y podría afectar la audición. El proceso es sencillo y debe emplearse una vez al mes. Se recomienda lavar las orejas con agua oxigenada o con agua a temperatura ambiente, al menor indicio de olor. Otra manera de lavarlas es con aceites minerales o productos veterinarios a tal fin. En este caso introducir dos gotas en cada oreja y masajear por un minuto en la base.

Luego preferentemente con una gasa (o papel higiénico o de rollo de cocina) y utilizando un dedo y haciendo suaves movimientos, limpie la oreja hasta donde llegue el dedo para remover la suciedad encontrada. Se debe prestar mayor atención en los pliegues en donde se acumula la mayor cantidad de cera. No utilizar la misma gasa en ambas orejas.




No utilizar hisopos o bastoncillos de algodón en  en el interior del oído, si no se tiene experiencia en ello. Limpiar solamente la zona visible.

Después de realizado el proceso el perro sacudirá su cabeza para expulsar el residuo del líquido que quedó en su oreja. Si su perro es propenso a infecciones auditivas, utilice productos formulados para limpiar y secar el exceso de humedad en el canal auditivo. Para las mascotas con heridas abiertas, es recomendable no realizar el proceso en su casa y consultar al veterinario.

Revise regularmente los oídos de su perro, para así prevenir infecciones y enfermedades dolorosas y que puedan dañar sus oídos permanentemente. Si cree que está ante un problema que no puede controlar, llévelo al veterinario.


Fuente: Foyel