Las perras y gatas están predispuestas a tener
tumores de mama. En el caso de los perros, hay razas que están predispuestas a
desarrollar tumores y entre ellos los de mamas. No se trata de una patología
única de las hembras, también se puede dar en machos, pero las hembras los desarrollan
con más frecuencia.
En el caso de los gatos, es más extraño de ver estos
problemas, pero pueden ocurrir de la misma manera que en los perros.
¿Qué es un
tumor? ¿Es lo mismo que cáncer?
Un tumor es un agrandamiento anormal de una
parte del cuerpo que aparece hinchada o distendida. Es decir, un
tumor es cualquier “masa o bulto” que se deba a un aumento en el número de
células que lo forman, independientemente de que sean de carácter benigno o
maligno.
Como dijimos antes los tumores son “masas” que se comportan de diferente
manera, y en caso de tratarse de tumores malignos se los denomina cáncer. Muchas
veces las características de ciertos tumores hacen que crezcan mucho en poco
tiempo, por lo tanto si los dueños no acostumbran revisar a la mascota,
cepillarlo, llevarlo a controles veterinarios de rutina, pueden ser detectados
en un estadio ya avanzado de la enfermedad.
Existen diferentes tipos de tumores
de mamas (malignos y benignos), que afectan a los perros y gatos. En el caso de
los machos y de los gatos, los tumores de mamas suelen tener peor pronóstico
que en las perras. Por otro lado, las perras cada 6 u 8 meses tienen celos, lo
cual implica una estimulación hormonal importante para la glándula mamaria. En
caso de quedar preñada o con pseudopreñez luego del celo, la perra tiene un
estímulo extra que es la producción y secreción de la leche, que repercute en
la glándula.
Los tumores de mamas por lo general suelen dar metástasis en
pulmón, es decir, tienen la capacidad de generar distintos focos tumorales en
los pulmones más comúnmente. La llegada de las células tumorales a los
distintos órganos suele ser por sangre o por linfa. Hay tratamiento para los
tumores de mamas, el cual puede ser quirúrgico, oncológico, o ambos. Los
tratamientos quirúrgicos, muchas veces son para reducir el tamaño del tumor,
aunque no se lo pueda quitar por completo.
Las células tumorales siguen
replicándose rápidamente y haciendo crecer este tumor, por lo tanto, se lastima
con el roce, se ulcera, se infecta, en algunos casos se puede agusanar
generando más malestar y daño en el animal. Se pueden tomar distintas medidas
para prevenir los tumores de mamas, disminuir la probabilidad de que ocurran
con más frecuencia, o ser detectados a tiempo, como ser:
• Castrar a los
animales a edad temprana: como explicamos antes el estímulo hormonal juega un
papel importante en el desarrollo de los tumores. Con el correr de los años
(7-9 años), y los distintos celos, las hembras suelen desarrollar más fácil
tumores, por lo tanto si no es un animal destinado a la reproducción, tomar la
decisión en forma temprana y castrarlo.
• Revisar uno mismo al animal: aunque
sea a modo de caricias, pero poder detectar si hay algo que sea necesario que
lo controle un profesional de la salud.
• Llevar una noción del tiempo que hace
que está el/los tumor/tumores. Si creció mucho en poco tiempo, si cambia de
color, si duele, etc. Es toda información que será útil para el veterinario al
momento de la consulta.
• Llevar periódicamente al perro o gato a la veterinaria
para controles: en la consulta el veterinario, de rutina revisará las mamas en
busca de dicha patología.
Fuente. Foyel / Ana P. Lapichino