04 marzo 2015

El Miacis, ancestro común del perro y el gato

El MIACIS, era un animal arbóreo, de miembros cortos y cuerpo alargado, de cola larga, de más o menos el tamaño de un gato montes. Tenía cinco dedos apoyados en el suelo y garras retráctiles (como los gatos). Vivió en Europa y Asia.





El MIACIS evolucionó, según ciertos autores, en el CYNODICTIS, que apareció en el OLIGOCENO. Este animal, conservaba el cuerpo alargado, los miembros cortos, uñas retráctiles, cola larga y se supone parecido a una comadreja. Se encontraron fósiles del mismo en Dakota del Norte y en Colorado, EE.UU.

El CYNODICTIS dio origen a tres ramas:
Las Civetas del Viejo Mundo, iguales a las actuales y que en el MIOCENO originaron a las hienas.
También dio origen a otro animal llamado DICNITIS que en el PLEISTOCENO fue predecesor de los felinos (tigre, puma, león, etc) y gatos salvajes, de los cuales deriva el gato doméstico.
Finalmente otro carnívoro llamado CYNODESMUS en el MIOCENO era una mezcla entre felino y canino, modificando cráneo, miembros y forma de locomoción, ya no apoyaba los 5 dedos sobre el suelo, sino que apareció el quinto dedo como rudimentario.

Del CYNODESMUS evolucionaron el DAPHOENUS y el TOMARCTUS. Al primero se lo cree antecesor del Oso, Mapache y Coati. Era grande, con cráneo macizo y gran cola. 

El TOMARCTUS ya tenía forma de perro y durante el PLEISTOCENO da origen a la FAMILIA CANIDAE en general: OTOCYON, ICTICYON, LYCAON, CYON y al género CANIS: lobo, coyote, chacal, zorro, feneco, perros salvajes y perro doméstico (Canis Lupus familiaris).

Los perros, como los conocemos ahora, evolucionaron a partir del PLIOCENO, como una rama del TOMARCTUS

Tomarctus

Para todas las razas de perros con estructura parecida a los lobos, orejas erectas y cráneo alargado, estos predecesores son bastante lógicos y razonables.

Para las demás razas las causas de sus diferencias han sido: 
  1. Mutaciones naturales
  2. Distintos factores ambientales, climatológicos y reproductivos.
  3. Por la domesticación.
  4. Por la intervención del hombre.
Podríamos decir que 3) y 4) son del mismo origen, la mano del hombre, quien 
decidió fijar ciertos rasgos que le eran convenientes o simplemente le gustaron para satisfacer sus intereses, necesidades y caprichos. Así seleccionó por mejor olfato, mejor vista, mayor rapidez para cazar, mayor capacidad para defender y la inclinación para desarrollar afecto y fidelidad a su amo. 

Las especies sobre todo sobreviven gracias a su adaptabilidad a los medios en que se deben desarrollar. Así los perros y todos sus rasgos morfológicos que los caracterizan, así como a cualquier otra especie, tienen valor de supervivencia y están destinados a facilitar su perpetuación.
Toda esta selección ha sido llevada a cabo en primer lugar por el medio ambiente y en segundo lugar por el hombre.

Fuente: Cinofilia Sudamericana | prof. Oscar Ángel Colombo







Ver también: Tomarctus, antecesor del perro (▼)