27 febrero 2012

El Cementerio de los Perros (París)

Un lugar de descanso eterno. 




Le Cimetière des Chiens  (El Cementerio de los Perros) es el cementerio más antiguo del mundo  dedicado exclusivamente para animales. 

Se encuentra en la arbolada isla de Ravageurs, en d'Asnières-sur-Seine, al norte de París y según la leyenda antiguamente la isla fue refugio de piratas (actualmente no es una isla). Fue fundado en 1899 por la actriz y periodista Marguerite Durand, Alejandro Dumas, Georges Harmois y otros amantes de los animales. En esa época, una reciente ley del ayuntamiento prohibía a los dueños de perros que morían, dejar los cadáveres en la calle. Muchos parisinos tenían perros, algunos los enterraban en su jardín, pero la mayoría dejaba los cuerpos en la basura y los traperos los tiraban al río Sena. Así surgió la necesidad de contar con un espacio dedicado a ese fin.

  • El terreno de una hectárea, originalmente estaba dividido en cuatro bloques: el de perros, el de gatos, el de pájaros y el de otros animales, pero actualmente estas separaciones no se han mantenido. La entrada con su arco estilo art nouveau  fue obra del arquitecto parisino Eugène Petit.



Dentro del cementerio hay enterrados más de 40.000 animales, y no son todos perros, también hay gatos, conejos, monos, aves, un ciervo, caballos, un oso y hasta un león llamado Tiger, que era de Marguerite Durand, la fundadora, quien solía caminar con él por las calles de París.


Durante muchos años fue el lugar elegido por las personas adineradas de Francia y otros países de Europa, para el descanso eterno de sus mascotas. Desde 1987 está declarado monumento histórico.


Aquí descansan animales famosos y algunos auténticos héroes como Barry, un perro de los monjes del Hospicio de San Bernardo en los Alpes suizos, que salvó a 41 personas hasta su muerte en 1814 a los 7 años. Esculpido en su tumba, Barry aparece llevando a una niña sobre su lomo, de la misma forma que cuando salvó a la criatura de perecer en una montaña. Una inscripción relata su historia…"Salvó la vida de cuarenta personas. Fue muerto por la número cuarenta y uno".

Cuando encontraba en los Alpes a viajeros heridos o extraviados, les daba calor con su cuerpo, y si estaban demasiado débiles para poder andar, los arrastraba fuera de la nieve. Después bajaba de la montaña ladrando en busca de ayuda. Una tarde Barry descubrió un excursionista perdido; el hombre aturdido por el hambre y el frío, al ver un gran perro cubierto de nieve que le ladraba, se asustó y lo golpeó en la cabeza con una barra de hierro. Mortalmente herido, el perro se arrastró hasta el monasterio para avisar a los monjes. Estos siguieron el rastro de sangre de Barry, llegaron hasta donde estaba el hombre, quien al recuperarse se dio cuenta que había matado a quien le acababa de salvar la vida.(*)

Barry
(*) Se dice también que esta historia no es real, que Barry murió plácidamente y de viejo. El relato se hizo para darle mayor difusión a los rescates de los perros de San Bernardo en los Alpes.

Al final del sendero principal, hay un pequeño panteón que guarda los restos de dos héroes caninos, Papillon y Turc, que durante años sirvieron en la Liga de Seguridad Pública. En una caja de cristal incrustada en la piedra están las medallas que recibieron por rescatar personas de incendios y a niños de morir ahogados en el río. En una ocasión matuvieron a raya a unos ladrones hasta que la policía llegó, pero lamentablemente Papillon recibió un disparo y murió. En su epitafio dice: "Muerto en acto de servicio, 1910".

Papillon y Turc

La tumba 32435 es la de Rin Tin Tin, famoso perro artista de cine. Este pastor alemán fue rescatado siendo un cachorro, de una perrera bombardeada en Lorraine, Francia, por un soldado norteamericano llamado Duncan en 1918, poco antes de que acabara la Primera Guerra Mundial. Duncan lo llevó a los EEUU donde sería el protagonista de más de 20 películas. Rin Tin Tin murió en 1932.




También se encuentran los restos de  Moustache, el perro que acompañó a Napoleón  durante algunas  campañas. Hay una placa con la siguiente inscripción:  "Al gran perro Moustache, héroe de la Armada muerto en España el 11-3-1811".

Además hay algún héroe felino. Durante la 1º guerra mundial, una gata salvó de morir asfixiados con gas a una multitud de soldados que dormían en una trinchera. La gata detectó el gas y comenzó a maullar despertando a todos. En su tumba está escrito: "A la gata X, en las trincheras sus bigotes delataban el olor del gas cuando éste se iba acercando. Maullaba tan fuerte, que los soldados se despertaban a tiempo para salvarse. Fue una chica muy valiente".

En este curioso cementerio, los símbolos religiosos están prohibidos. Hay muchas placas e inscripciones en las lápidas. Algunas llevan la famosa cita de Lord Byron, o posiblemente de Diógenes): "Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro“, o la de Víctor Hugo : “El perro es la virtud que, incapaz de tomar la forma de hombre, tomó la de bestia“.


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La verdadera grandeza no nace sólo de las gestas gloriosas que aquí se citan, estriba también en la lealtad cotidiana. Los que allí descansan, ofrecieron amistad y cariño a grandes y humildes sin distinción, a lo largo de toda su vida.