21 febrero 2014

Terapia de presión negativa

 

Utilización de la terapia de presión negativa para favorecer la curación de heridas extensas en perros

Un estudio llevado a cabo con 45 animales mostró su eficacia en el 96 por ciento de los casos.

La terapia de presión negativa consiste en conseguir un gradiente de presión negativa sobre una herida de forma que se favorece su cicatrización. Un estudio llevado a cabo con 45 perros con grandes heridas en diferentes estadios de curación ha mostrado su eficacia.



La terapia de presión negativa aplicada es una tecnología no invasiva que favorece la cicatrización de las heridas. Se crea un gradiente de presión negativo sobre la herida, de forma que ésta se contrae, se elimina el exudado y el tejido no viable, se mejora el aporte sanguíneo a la zona lesionada, se promueve la formación del tejido de granulación y se estimula la mitosis celular para que el tejido repare el hueco que ha dejado la herida.

Un equipo del Departamento de Ciencias Clínicas de Pequeños Animales de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha querido comprobar si esta terapia es eficaz en perros y para ello ha llevado a cabo un estudio* con 45 animales que sufrían heridas superficiales pero de gran tamaño.

En total fueron 53 heridas tratadas (había perros con más de una), de gran extensión y localizadas por el tronco o las extremidades. La mayor parte de las heridas (76 %) no mostraban tejido de granulación y se trataron una media de 4,2 días tras el traumatismo, mientras que en 11 perros las heridas tenían una media de 87 días de evolución y ya mostraban tejido de granulación. La presión negativa se utilizó durante tres días, con una media de hospitalización de los animales tratados de 7,8 días. La mayoría de las heridas (62 %) se cerraron quirúrgicamente tras la terapia de presión negativa y estaban curadas a los 14 días del tratamiento. 18 heridas se dejaron cerrar por segunda intención y se curaron en 21 días. En total, el 96 % de las heridas se curaron correctamente y sólo dos perros murieron sin que se les llegasen a cerrar.

Con estos resultados, los autores concluyen que la terapia de presión negativa puede utilizarse de forma eficaz para favorecer la curación de una gran variedad de heridas, los pacientes la toleran sin problemas y se puede usar para acelerar la cicatrización tanto después de una intervención quirúrgica como en las que se dejen cerrar por segunda intención.

*Pitt KA, Stanley BJ. Negative Pressure Wound Therapy: Experience in 45 Dogs. Vet Surg. 2014 Feb 11. doi: 10.1111/j.1532-950X.2014.12155.x.

Fuente: ARGOS Portal veterinaria / Joaquín Ventura García